Hoy en día tenemos bastantes cosas por las cuales preocuparnos, nuestras vidas se ven atiborradas por cientos de tareas, por varios medios de entretención, por nuestras preocupaciones, nuestras dificultades, y para serles honesto, una gran cantidad de, para decirlo francamente, basura. Yo como alguien de 19 años he vivido en este ambiente.
¿Tenemos el derecho de reclamarle a Cristo, cuando no le estamos dejando espacio?
Evaluemos un día normal. Probablemente te levantas, tomas tu teléfono, dejas de interesarte y comienzas a ver televisión, vas a trabajar, y en el trabajo nada te atrae mucho, llegas a tu casa, pones la tele nuevamente, después teléfono en la cama, y miras probablemente alguna que otra serie en Netflix, la cual en la mayoría de los casos es algo violenta o alejada de el objetivo que tenemos.
¿Cómo es tu día?
¿Cuánto espacio de tu memoria está siendo usado para glorificar a Cristo? La primera vez que me senté realmente a evaluar esto sentí que debía hacer un verdadero cambio en mi vida.
Al principio era usar un poco menos mi teléfono, luego el computador, y así consecutivamente. Y además estaba todo unido a una sana regla de oración, la cual comenzó siendo pequeña, pero Cristo viene a multiplicar todo don que le ofrecemos.
Fue en ese momento, cuando realmente me di cuenta de que mis reclamos de no sentir su presencia se acabaron. ¿Cómo se supone que iba a sentirlo, cuando en mi mente no había espacio para nada?
No te pido obviamente que te encierres todo el día a leer la biblia, o cantes himnos sin que hubiera un mañana (ojalá fuera así, pero por algo se comienza). De igual manera puedes llenarte de su presencia de otras formas.
Te voy a pedir que hagas un ejercicio muy simple.
Lo que si te pido es que antes de tomar tu teléfono, antes de prender la tele, antes de hablar de esa persona que tanto te molesta, antes de que comas algo, antes de que comiences a hacer alguna actividad. Toma tu mano y traza la señal de la Cruz, piensa en Cristo.
Eso es todo, antes de hacer algo, di que esto será en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo. Cuando la hagas, recuerda el nombre que acabas de decir. ¿Es la acción que vas a hacer, algo digno del Padre, Hijo y espíritu Santo?
La respuesta por lo general es negativa, Pero a través su gracia Divina verás que tus ganas de hacer tal acción disminuyen.
Ahora imagina. Imagina si es que solamente con ese movimiento tan simple alejaste una mala acción. Cuanto más te va ayudar si te impones una buena regla de oración, si de vez en cuando lees a los Santos Padres, si abres esa biblia, si cantas algún Himno.
Ahí se siente un poco menos pesado.
Si en lugar de ver Facebook por enésima vez en el día, escuchas un himno, cantas uno, te alegras con Cristo. Admito totalmente que es algo muy pesado al principio.
Pero esa pequeña semilla que ofreces termina transformándose en un firme árbol, da un solo paso, Cristo Dará los otros diez, acércate aunque sea un poco. Verás cuanto cambia tu día.
HAZ LA PRUEBA
Tal vez al leer esto te digas "otro articulo diciéndome que las redes sociales son malas" . Pero de todo corazón te pido, antes de prender el teléfono, traza la señal de la Cruz.
Al despertarte, aunque sea por unos minutos, da gracias por que Dios te dio otro día más, acciones tan pequeñas pero créeme crean un cambio enorme. REALMENTE inténtalo, cambiará tu manera de ver las cosas.
Para que me entiendan les dejo una frase de San Porphyrios
"Ocúpate de cantar himnos, los himnos triunfantes de los santos y mártires y los Salmos de David. Estudie las Sagradas Escrituras y los Padres de la Iglesia. De esta manera tu alma se ablandará, santificará y asimilará a Dios"
Muchos de nosotros leemos historias de santos, leemos sobre la theosis, leemos la Santa escala, y varios libros más sobre cómo vivir con Cristo, pero estos libros por lo general narran ese glorioso momento en el que los Santos son iluminados, y nosotros, con buena intención intentamos llegar a eso.
Creemos que imitando exactamente esto podemos llegar a lo que llegaron ellos, pero entendamos su contexto, entendamos sus vidas, no podemos leer estos libros, y después pasar dos horas viendo memes para luego quejarnos y preguntarnos la razón por la cual no somos iluminados como ellos.
Inténtennos entender nuestro contexto, vivimos en ciudades, tenemos nuestros medios de comunicación, estamos ocupados constantemente, no somos monjes, no vivimos en el Desierto, entendamos bien las historias de los Santos, y examinándolo todo, retengamos lo bueno.
Lo que si puedes hacer, es comenzar, tal vez el día de hoy no veas ángeles descender del cielo, y lenguas de fuego sobre nuestras cabezas, ni la luz increada de Dios. Lo que si puedes hacer es comenzar a llenarte de el, a través de la oración, el ayuno, la señal de la Cruz, los himnos, lo escritos de los Padres y mucho más. Pero todo con calma. Con AMOR, con paciencia, con humildad.
Hoy mismo inténtalo, analiza tu día, y si ves que la presencia de Cristo falta, llenate de ella.
Son cosas muy prácticas, no te pido que pases veinte años en el desierto ni que ayunes por cuarenta Días, pero medita sobre tu día, y en este, añade, aunque sea por unos minutos, la presencia de Cristo.
Espero que Nuestro señor vierta su gracia Divina sobre ti y seas iluminado.
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